12.21.2014

¿Es indígena la guacharaca?


La idea de que algunas expresiones musicales nacionales tienen una proporción armoniosa de aportes indígenas, negros y africanos está muy difundida en Colombia.
Por:   Weildler Guerra Curvelo


La idea de que algunas expresiones musicales nacionales tienen una proporción armoniosa de aportes indígenas, negros y africanos está muy difundida en Colombia. El ejemplo más evidente es el de la música popular de acordeón, hoy conocida como vallenata.  Los cánones, no tan antiguos, surgidos sobre esta música  establecen que  se interpreta a partir de tres instrumentos básicos, acordeón, caja y guacharaca. El acordeón, según el arraigado estereotipo,  representaría lo europeo, la caja la contribución africana y la guacharaca  el aporte indígena. Ello reflejaría también la confluencia armoniosa de las razas de los tres continentes en su capacidad creativa y pretende alentar sobre  las  potencialidades estéticas de esa fusión de grupos humanos presente en América. ¿Pero es realmente indígena la guacharaca?   

Estos cánones son frecuentemente adoptados de manera acrítica por los ciudadanos pese a que han sido cuestionados por  investigadores como Jaques Gilard y por reputados musicólogos como Egberto Bermúdez quien ha señalado que algunos de ellos se encuentran  en abierta oposición con la realidad musical del estilo y que en la creación de la tradición “vallenata” intervinieron elementos de carácter ideológico y político.   

Aunque el acordeón está registrado documentalmente  en Santa Marta, en 1869, la confluencia de los tres instrumentos, acordeón, caja y guacharaca  pro primera vez fue descrita por el  francés Henri Candelier en su libro Riohacha y los indios guajiros en 1893.  “Todo el mundo conoce el acordeón, importado de Alemania…“La Guacharaca” no se parece a ningún otro instrumento con el que se lo pueda comparar.  Es un pequeño tallo de madera, plana, de una caña y de dos dedos de largo, cubierta con una delgada placa de hierro o de cinc con dientes en forma de sierra, con muescas parecidas a una cremallera si usted prefiere.  Con la mano izquierda se sostiene ese bastón, mientras con la derecha armada de un  pequeño pedacito del tamaño y grueso de un lápiz, raspa el instrumento subiendo y bajando.  Esto produce un ruido destinado a acompañar a los otros instrumentos. Es poco armonioso se le concede, y bastante irritante, ¡oh! ¡ese rechinamiento!,”  nos dice el malhumorado viajero europeo.

Según Bermúdez la guacharaca, carrasca o charrasca es un instrumento de origen africano.  Los especialistas coinciden en que no existe evidencia documentada de su vinculación con las tradiciones musicales indígenas del Caribe y América del Sur. En contraste, la propia caja puede provenir de dos tradiciones la española y la africana. De hecho los wayuu usan hoy un tambor de dos capas introducido por los europeos al que denominan kasha.

Muchos de los estereotipos comúnmente aceptados sobre la música popular de acordeón deberían ser revisados a la luz de las evidencias documentales, etnográficas y musicales de manera reflexiva y serena. Reconocer la inmensa base musical africana que tiene sería un buen paso. Admitir que ni sus orígenes ni su epicentro se limita a una sola ciudad sería otro.  Finalmente,  no se debería ir contra los tiempos e intentar su museificación pues su mayor fortaleza es su carácter cambiante y no fosilizado.

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