12.21.2014

“Dibulla respira aire puro, no violentamos el basurero”: alcaldesa Silvia Ospino

Luego de la desproporcionada medida que se venía implementando en Dibulla para contrarrestar la problemática de las basuras y su eliminación, se logró minimizar su impacto, mejorar las condiciones para el uso del botadero ‘El burro’ y erradicar los focos de contaminación mediante continuas e intensas brigadas de aseo en las zonas rural y urbana, realizadas por la empresa Labores Verdes Ambientales contratada por el municipio luego de expedir el decreto de emergencia sanitaria.

Debido a la situación sanitaria alarmante que atravesaba la localidad, la administración municipal que orienta la alcaldesa Silvia Ospino Bermúdez, en su voluntad y deseo de suministrar a la comunidad un ambiente sano y unos servicios públicos con calidad, eficiencia y continuidad inherentes a la dignidad con que se debe vivir en un pueblo y directamente proporcional a las obligaciones constitucionales, declaró mediante el decreto 075 de 2014 la emergencia sanitaria.

“Superada la emergencia, dejaremos atrás el actual vertedero que tiene pocas medidas de protección y operaremos en un relleno con infraestructura adecuada, que minimice los contaminantes que afectan el entorno y que incorpora tratamiento para los lixiviados y los gases que genera la basura en descomposición, con este proceso se busca trabajar desde la sustentabilidad un factor domiciliario habitual como es el manejo de la basura, mediante un proyecto amigable con el medioambiente” indicó la mandataria local.

¿Y la calidad de la prestación del servicio?

La proliferación de 15 botaderos satélites causó un evidente daño en el municipio de Dibulla, especialmente en los corregimientos de Palomino, Mingueo y Río Ancho aledaños a cunetas y puentes cercanos a quebradas y ríos que contaminaron las aguas subterráneas por la filtración del líquido lixiviado.

Era inevitable ver la cantidad de basura al interior de las instituciones educativas, calles, casas, plazas, mercados, establecimiento públicos entre otros, que colocaban en riesgo la salud de la población con enfermedades como el dengue, malaria, EDA, IRA y otras virales como la fiebre del chikunguña.

Según los niveles del IRCA reportados por la secretaría de salud departamental, el servicio de acueducto suministrado por la misma empresa muestra que el agua no es apta para consumo humano. En Mingueo, población con mayor número de usuarios, el servicio de acueducto pasa directamente desde el punto de captación; sin embargo, en el contrato interadministrativo No 003 de 2010, aparece ejecutado casi en su totalidad, faltando únicamente la electrificación de la planta, debido que la anterior fue arrastrada por una avalancha. Asimismo, el servicio  de alcantarillado solo se presta en la cabecera municipal y La Punta de Los Remedios, donde las lagunas de oxidación se encuentran en mal estado debido a la falta de mantenimientos especializados; según el INCODER el terreno donde está construida es propiedad del señor Antonio Mejía.

El botadero denominado “El Burro”, arrendado por la empresa Aguas de Dibulla S.A ESP, operadora de los servicios AAA en esta municipalidad, se utilizaría mientras se construía el relleno sanitario según lo establecido en el contrato interadministrativo No. 006 de 2011, sin embargo, debido a la falta de planeación el sitio comprado para ejecutar dicha obra está identificado en el Esquema de Ordenamiento Territorial para uso de ganadería extensiva, por ende, Corpoguajira no otorgó la licencia ambiental, lo que ocasionó la suspensión del contrato.

Sin embargo, durante las sesiones ordinarias en el mes de agosto, se presentó al concejo municipal la actualización del  EOT como única medida para hacer el relleno;  pero la colegiatura anunció una prórroga por el termino de 10 días y al final pese a todas las explicaciones no aprobó el proyecto dejándolo en estudio, circunstancias que aleja la reactivación del contrato interadministrativo No. 006 de 2011.

¿Quién corre con los costos?


Para atender el tema de recolección y transporte la alcaldía dispone mensualmente a la empresa Aguas de Dibulla la suma de 29 millones de pesos, sin incluir lo que recauda la misma por concepto de tarifas a los usuarios; no obstante, la empresa en dos ocasiones presento presupuestos en donde se contemplaba llevar las basuras hasta el relleno sanitario de Fonseca, donde se contemplaba aumentar la tarifa a los usuarios que eran los directamente afectados económicamente. El primer presupuesto presentado contemplaba un costo mensual de 159 millones 524 mil 907 pesos, discriminados de la siguiente forma: 82 millones 057 mil 414 el municipio, es decir  53 millones 057 mil 414 más a parte del subsidio y a los usuarios vía tarifa 77 millones 467 mil 493 de pesos, arrojando un costo casi tres veces a lo girado por concepto de subsidios por los servicios de acueducto, aseo y alcantarillado juntos; y el segundo presupuesto presentado fue notablemente más bajo, por valor de 35 millones 924 mil 759 a parte del giro mensual de subsidios, sin desafectar a los usuarios y con una tarifa para disposición final elevadísima: 52 millones 060 mil 076 pesos por tonelada de basura, es decir, dos veces más costosa que "Los Positos" en Barranquilla uno de los mejores rellenos sanitarios de la Región Caribe, cuyo valor tonelada dispuesta se aproxima a los 24 mil pesos. 

Por otro lado, debido al deficiente estado financiero y administrativo, la contraloría departamental de La Guajira, declaró a la empresa Aguas de Dibulla en incapacidad para financiar las obras de levantamiento de la medida preventiva de cierre del botadero, producto del inadecuado manejo que le daban al BACA.


¿Qué pasó con las llaves del botadero?

Pese a los esfuerzos de la administración municipal, el paso 21 d abril Corpoguajira impuso una medida preventiva para la suspensión de actividades del sitio de disposición final de residuos sólidos, considerando que el botadero a cielo abierto conformado por 4 zonas donde se podía evidenciar  el inadecuado manejo de los residuos sólidos con alta presencia de recolectores informales, animales, no cubrimiento y quema de basura,  generación de lixiviados,  sin celda de disposición y residuos dispersos por toda el área.

Pero, luego de varios bloqueos en la trocal de caribe como señal de protesta por la insalubridad que atravesaba el municipio como lo declara en su artículo segundo la emergencia sanitaria, se hizo necesario el  uso del botadero mientras se ejecuta el contrato No. 006 de 2014 referente a la construcción del relleno sanitario o hasta superar la emergencia, pero las llaves fueron negadas por funcionarios de la empresa Aguas de Dibulla, por ende, el inspector central de policía, Erlin Suárez procedió dando cumplimiento a lo decretado. 



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