8.10.2016

CORPOGUAJIRA LIBERA 32 TORTUGAS MARINAS EN LAS PLAYAS DEL SANTUARIO FAUNA Y FLORA LOS FLAMENCOS

Al mar volvieron 30 tortugas de la especie Caretta-Caretta, todas  ellas son  neonatos de aproximadamente un año de vida .







Para lograr este número de liberaciones, se realiza constantemente un monitoreo de playas entre las cuencas del río Cañas y Palomino, donde se extraen de manera controlada los huevos de aquellos nidos que se encuentran seriamente amenazados por depredadores. Posteriormente  los huevos son trasladados a incubadoras bajo constante supervisión.

También se liberaron dos tortugas adultas de la especie Chelonia Mydas (hembras) de 40 kg cada una, que fueron decomisadas a pescadores en Manaure por parte de la Policía Nacional. Funcionarios de la Corporación verificaron el estado de salud de los animales.

Los encargados de liberar las tortugas al mar fueron veinte niños entre 9 y los 13 años, que estudian en los colegios del área de influencia del Santuario Fauna y Flora los Flamencos.  La Corporación viene adelantando una estrategia para generar en la comunidad y en los menores de edad una cultura de protección y conservación de estas especies en La Guajira.

Todo esto en el marco de Apadrina una Tortuga y Llévala en tu corazón, programa que adelantan Corpoguajira y la Asociación de Corporaciones Autónomas Regionales y de Desarrollo Sostenible (Asocars), con el firme propósito de implementar acciones que permitan la sensibilización, educación y protección del hábitat de las tortugas marinas.




















El acto sirvió para declarar a padrinos de estas tortugas a Danilo Rojas Betancourth, presidente del Consejo de Estado; Gabriel Valbuena Hernández, magistrado de la Sección Segunda del Consejo de Estado; María del Pilar Veloza Parra, presidenta del Tribunal Administrativo de La Guajira y Marcos Pardo, Jefe de Área Protegida de Parques Nacionales de Colombia. 

Cabe señalar, que La Guajira es uno de los sitios claves del país para la  conservación de las tortugas marinas debido a que en  este departamento la pesca artesanal y el consumo de su  carne y huevos, constituyen una actividad tradicional  para la etnia Wayuu y para algunos habitantes de la región. Estas prácticas conllevan al deterioro de las  poblaciones naturales y contribuyen con la pérdida de  biodiversidad en Colombia.

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